Mi vida como fotógrafo profesional se encuentra irremediablemente ligada a las personas, protagonistas - en la mayoría de los casos- de esas historias, copartícipes conmigo de ese momento inolvidable.
Bien dice por ahi un dicho: LOS OJOS SON EL ESPEJO DEL ALMA.
Salvo que quieras centrarte específicamente en una parte del rostro (por ejemplo, los labios), enfoca a los ojos. Especialmente cuando trabajes con profundidad de campo muy reducida (los números "f" bajos).
Unos ojos penetrantes, bien enfocados suelen causar un efecto impactante.
USA UN FONDO SIMPLE
Si hablamos de retratos, nos suele interesar centrar la atención lo más posible en la persona. Busca que esta contraste lo más posible sobre el fondo. Juega con aperturas reducidas y fondos lo más simples y homogéneos posible. Evita, en la medida de lo posible que haya líneas muy definidas que corten el sujeto de tu retrato en 2 o 3 partes. En definitiva, reduce lo más posible los elementos que puedan distraer de la contemplación de la persona que estás fotografiando.
UBICALO FUERA DE CENTRO
Estoy visualizando la típica foto: una persona fotografiada a medio cuerpo y con la cabeza en el centro geométrico del marco. Estas composiciones raramente funcionan bien. No hay por que obsesionarse con centrar tu retrato en el visor de la cámara. Ubicate en los extremos. No no hay que pasar desapercibida la regla de los tercios y sitúa algún elemento (ojos, labios) en los puntos fuertes de atención del encuadre.
A veces la belleza se esconde en pequeñas imperfecciones o en elementos que no estan pareados.
No es necesario recoger todos y cada uno de los pixeles de la persona que vas a retratar. A veces un encuadre en que ciertos elementos quedan fuera ayudan a centrar la atención sobre los puntos más llamativos de tu retrato. Por ejemplo, encuadres en los que se recorta ligeramente por encima de la mirada suelen funcionar bastante bien porque ayudan a centrar la vista en los ojos.
DE CERCA, MUY CERCA
La luz molesta, hace que por mucho que lo intentemos tendamos a cerrar los ojos. Y si nos obligamos a abrirlos, forzamos la postura natural del rostro.
Evita las luces directas e intensas. No hay cosa peor que un rostro que tiene demasiados brillos ocasionados por la luz fuerte y direccional, las sombras se vuelven mas pronunciadas y las partes donde la iluminación recae directamente se quema, es decir, las altas luces pierden su información totalmente.
CONSEJOS FINALES:
Dado que la fotografía digital nos pone al alcance la inmediatez de la imagen y la posibilidad de disparar muchas fotos, no te limites, toma muchas fotos, varía cada uno de los puntos mencionados y verás como obtienes fotografías diferentes, máximo si te dedicas como profesional a los retratos.
Hasta la próxima.
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