ROLANDO RUIZ - FOTOGRAFO: abril 2013

Fotógrafo de dos mundos: Análogo y Digital en el expertice.

35 años de inmortalizar imágenes para la posteridad

Empiezo esta narrativa como una llamada de atención al mundo moderno de la fotografía, dedicado con todo esmero y cariño a las actuales y futuras generaciones de fotógrafos que vienen emergiendo de los diferentes Centro de Instrucción Académica sobre la Fotografía Profesional en nuestro país.

Hoy veo con mucha pena, algo de preocupación y mucha tristeza al fotógrafo moderno, aquel que en algún momento determinado deja los conocimientos de lado y se va por la vía de la experimentalidad, donde la prueba y el error muchas veces son la constante de que la mayoría abandone de manera definitiva lo que ha iniciado, otros tienen suerte y logran encontrar en sus creaciones un nuevo mundo frente a ellos.

Yo en lo personal tengo una voz de queja con el fotógrafo que ahora piensa que lo más sencillo de la fotografía es vanal, aquel que deja al grupo con los que inicio su camino de lado pensando en que eso que ahora sigue el grupo haciendo ya no “cuenta una historia”.

Quien le ha dicho al fotógrafo que todas las fotos deben de contar una historia, Ansel Adams, fotografiaba con especial asiduidad el parque Yellowstone, yo no veo una historia en sus paisajes, veo la obra de un gran maestro, veo la inmensidad de la creación divina plasmada en la riqueza de las gamas tonales del Blanco y Negro que le hizo famoso, quien nos dejó el legado del sistema de zonas, hoy tema discutible también para fotógrafos noveles.

Que hace entonces el fotógrafo moderno?, el que solo quiere hacer arte, conozco a muchos que ya no hacen un “paisajito” porque que pérdida de tiempo, pero tampoco hacen arte, hoy el post modernismo ha creado una corriente de intolerancia visual, de pseudo imágenes llamadas arte donde lo que muestran son la mayoría de las veces las desviaciones de su autor y lo más triste es que encuentran dentro de un pequeño conglomerado adeptos a las mismas desviaciones.

Soy purista, soy un clásico de la fotografía, aprendí de los grandes maestros de la fotografía guatemalteca, Diego Molina, un señor de la fotografía quien con sus imágenes de nuestra querida Guatemala recorría el mundo llevando los lugares más bellos de nuestra geografía a otras culturas y enriquecía la nuestra en el intercambio de imágenes del lugar que le recibía, presentándonos otros mundos, perdidos quizá, en la distancia del planeta, mostrándonos la grandeza de la creación.

Don Ricardo Mata, famoso por sus fotografías de naturaleza, ninguna contaba una historia, pero todas mostraban la belleza de lo que le rodeaba, de ese inmenso legado que le fue dado como un simple mortal, igual que yo, de poder perpetuar a través de sus imágenes un legado a la humanidad.

Hoy el fotógrafo solo quiere hacer Bodas y Quince Años, pues sí, es rentable, deja buena plata en los bolsillos, hoy todo es Photojournalism, una corriente documental de la fotografía interesante y respetada por mi persona así como cada uno de sus exponentes, pero a veces pienso que pasa con los grandes maestros de la fotografía de Bodas como Robert Lino, con sus exquisiteces en la parte clásica, con esa fotografía cuidada, con ese Possing divino que le logro medallas de la PPA en USA; con su libro de poses de fotografía, valorado por mi persona como el mejor trabajo de estudio clásico que he recibido hasta la fecha.

El trabajo del famoso Dean Collins, hoy fallecido, quien nos dejó un legado en la parte de la iluminación Profesional, todo mundo piensa en el cantante del mismo nombre, su trabajo en la Web es muy escaso ahora, pero el que tenga la dicha de toparse con él y poder ver lo que enseñaba a nivel de comprensión lumínica hará su día lleno de una grata experiencia.

A los maestros jóvenes de la fotografía les pido de manera cordial respeto para los que navegamos por estas aguas desde hace muchísimas lunas y soles, bien por los que enseñan, bien porque este es un arte que debe de ser transmitido a más y más personas, esa ha sido mi visión y misión durante los últimos 19 años de docencia a nivel universitario.

He logrado a través de mi gestión personal dejar un Diplomado en Universidad Abierta de Loyola así como la creación del mismo en Universidad Rafael Landivar, mi meta es hacer un discipulado efectivo, obvio, la palabra lo dice de manera resumida, los discípulos de Jesús solo fueron 12, bueno, realmente 11, pero esos 11 a su vez inundaron el mundo y si la progresión crece de manera constante tendremos más y mejores fotógrafos dentro de nuestra querida Guatemala.

Ser fotógrafo es manejar otra lengua, solo que adquiere el carácter de universal porque las mismas imágenes se dan a entender por sí mismas, así estemos del otro lado del mundo, es ser más cultos cada día, es tener una percepción diferente de la cotidianidad y su proceso.

Por favor amigo fotógrafo, alumno, colega, no te molestes, recuerda que en la esencia de las cosas más simples de la existencia esta la grandeza del Creador, es eso a lo que apelo, a que no dejes de lado tu ojo fotográfico buscando cosas bizarras, que a la larga ni tu ni nadie entenderán.

Admiro el trabajo de mi buen amigo Ivan Castro, fotógrafo joven para mí, si podría ser mi hijo por edad, pero quien hace maravillas con los paisajes, yo no veo una historia contada en todos, pero si veo la grandeza de Dios dándole a un mortal la capacidad de hacerse grande capturando esas imágenes para mostrárnosla de manera exquisita.

No me cansare de repetir mi admiración por el trabajo de Benjamín Bjorg, de verdad, grande en el retrato y su post-producción, quien de manera mística y sencilla nos otorga su conocimiento a través de impresionantes imágenes.

En fin, la fotografía es para soñar, es para divertirse, es para hacer amigos, para nutrir nuestro ser interno, es sabernos dichosos de que se nos fue dado un don especial que al resto de humanos no se les dio, no es para enseñorearnos los unos de los otros, es para compartir.

Por eso mi querido amigo fotógrafo, sal de vez en cuando con tu grupo, ve a hacer los “paisajitos, los animalitos” que hacías cuando empezabas, o es que se te subió muy alto lo de fotógrafo profesional y hoy ya no hay cabida para esas pequeñeces.

Con todo mi aprecio a las futuras generaciones

Rolando Ruiz

Maestro Fotógrafo